Architect at Work. Imagen de Daniel McCullough

O sea que has tenido lo que crees es una buena idea de negocio para WordPress y te gustaría materializarla en un servicio y plugin, ¿eh? Pues, oye, muchas felicidades por tu espíritu emprendedor. Siempre es una buena noticia ver que la gente decide pasar de la teoría a la práctica (quizás, a lo mejor, siguiendo la guía del emprendedor de nuestro buen amigo Joan Boluda) y empezar un proyecto nuevo con ilusión y ganas (algo que nosotros llevamos un tiempo haciendo).

En esta entrada me gustaría ayudarte un poco en estos primeros pasos, compartiendo nuestra experiencia contigo y ayudándote a enfocar tus esfuerzos en algo que sea realmente productivo y que pueda traducirse en pasta lo antes posible. Para ello, te hablaré del Producto Mínimo Viable: qué es, para qué sirve y cómo puedes crear el tuyo. Y para que no suene todo muy abstracto iré acompañando la entrada con el ejemplo concreto de Nelio Content, el servicio más reciente que hemos lanzado. Así que vamos a empezar por el principio…

La idea ?

El punto de partida de cualquier idea de negocio es, obviamente, tener esa idea. La verdad es que aquí poco te puedo ayudar: es algo que depende de ti, de tu contexto y de tu experiencia. Pero si andas escaso de ideas, tampoco te desesperes. Mi compañera Ruth escribió una fantástica entrada (como todas las que hace, para qué engañarnos) sobre el proceso de generación de ideas. Aunque esta entrada la escribió pensando en generar ideas para los contenidos de tu blog, la verdad es que los principios y consejos que presenta te valen pa’tó.

Hombre asiático dándole al coco
Pensar una idea de negocio no es sencillo… ?

Nosotros, a principios del año 2016, decidimos que era hora de lanzar un nuevo servicio al mercado para diversificar nuestro porfolio. En ese momento teníamos montado un auténtico follón con nuestros blogs: teníamos demasiados y crear contenido de calidad en todos ellos de forma habitual era imposible. Así que dándole vueltas al tema del blog fue cuando tuvimos la idea de negocio que acabaría convirtiéndose en Nelio Content: crear un servicio que simplificara la gestión y promoción en Social Media de blogs WordPress.

Oportunidad de negocio ?

Ahora que ya tenemos nuestra idea de negocio, es hora de poner toda la carne en el asador. Es decir, es hora de implementar esa idea en un producto real, con todas las funcionalidades premium que sabes que te llevarán al éxito y… ¡a vender licencias como churros!

Contando billetes
¡Esta idea es una máquina de hacer dinero!

No tan rápido, amigo. El párrafo anterior está lleno de falsedades que pueden arruinarte sin que te des cuenta. Está muy bien que confíes ciegamente en tu idea de negocio, pero siento mucho decirte que lo más probable es que fracase. Y no es porque crea que tu idea es mala o porque no confíe en ti; sencillamente es lo que nos dicen las estadísticas:

La mayoría de las startups que se crean (nueve de cada diez) no superan los tres primeros años. Esto se debe a diversos factores, como la competencia, la falta de financiación, las dificultades para diferenciarse, etc. pero también es importante destacar que muchas de estas startups imitan modelos de negocio con éxito, pero sin adaptarlos a la realidad de su público objetivo, lo que les lleva a fracasar.

El País

¿Qué está pasando aquí? Básicamente, que no sabes si tu idea supone realmente una buena oportunidad de negocio; crees saberlo, pero no lo sabes realmente. Tienes que validar el mercado, estudiar la competencia, ver el tipo de modelo de negocio que vas a implementar, preparar la marca, definir la estrategia de comunicación y marketing… La verdad es que la lista es muy larga y hacer todo esto cuesta tiempo y dinero.

Por suerte para ti, existe una fórmula para validar la viabilidad de tu idea de negocio de forma mucho más económica y rápida: el producto mínimo viable.

Producto Mínimo Viable (MVP) ? » ? » ?

Empecemos por lo más básico: ¿qué es exactamente el Producto Mínimo Viable? Una de las definiciones que más me gustan es la que da Chris Lema en su blog:

Un MVP es un producto completo, aunque extremadamente delimitado y acotado, que te permite comprobar si encaja en tu mercado. En otras palabras, es la forma menos cara y más práctica de descubrir si hay gente dispuesta a pagar por lo que estás creando.

Chris Lema

Ojo, hay formas más fáciles de determinar si la gente pagará por tu servicio. Por ejemplo, puedes hacer una encuesta a los potenciales clientes y ver qué te dicen. Ahora bien, si hacemos caso al bueno del Dr. House, en seguida nos daremos cuenta de la cruda realidad: la gente miente, y aquél que hoy te dice «sí, sí, me encantaría tener esto que me comentas», cuando llega el día de suscribirse de verdad no suelta ni un céntimo.

Qué es y qué no es un Producto Mínimo Viable
Qué es y qué no es un Producto Mínimo Viable (MVP). Fuente.

Un MVP es, como decíamos, el producto más sencillo posible que implementa tu propuesta de valor y que tiene como objetivo validar la existencia de demanda. La imagen anterior ejemplifica perfectamente bien qué es y qué no es un MVP. Si el producto que queremos crear es un «vehículo para desplazarse», no me basta con tener una rueda, cuatro ruedas y un eje, una carrocería… todo eso son partes de un coche, pero solas no sirven para nada. Ahora bien, un monopatín sí me sirve como MVP. Y quizás una bici pueda ser la siguiente iteración. Y si luego la mejoro con un motor y creo una moto, mejor. Y ya si eso al final llego al coche con todos los extras. ¿Ves por dónde voy?

Cuando nosotros decidimos implementar el servicio de Nelio Content, la idea que teníamos era muy ambiciosa. Recuerda que nuestro objetivo era (y sigue siendo) crear una herramienta que automatizara y simplificara el mayor número de tareas posibles relacionadas con la gestión y promoción de un blog. Esto incluye buscar y organizar ideas, promocionar entradas en redes sociales, analizar la calidad de las entradas, proponer cambios en el contenido, ofrecer analíticas de interés y retención, y un largo etcétera. ¿El MVP tenía que tener todo esto? ¡Por supuesto que no!

Cómo decidir qué funcionalidades debe incluir el MVP

Y por fin llegamos al quid de la cuestión y el motivo por el que imagino estás hoy leyéndome. ¿Cómo puedes saber qué cosas son necesarias en un MVP y cuáles no? Como muy bien nos decía Chris Lema: «el MVP no es para tus clientes; es para ti». Insisto: el objetivo de un MVP es que puedas validar si tu idea de negocio realmente representa una buena oportunidad.

Para determinar qué MVP implementar, te recomiendo que sigas estos 4 pasos:

  1. Ten muy claro qué quieres probar. Si lo que quieres probar es si la gente se suscribiría a un servicio que simplifique el envío de mensajes en redes sociales, quizás con crear la web para que se suscriban (sin tener aún siquiera el plugin) puede ser una fórmula para conseguirlo. O, si quieres ofrecer un poquito más, crea el plugin más simple posible para que la gente envíe mensajes desde WordPress, promociona todas las ventajas de automatismos que algún día añadirás a esa herramienta en la web y mira a ver si alguien se suscribe.
  2. Controla los recursos que inviertes. Este es fácil, si tienes claro el punto 1. La idea es que no te lleve mucho tiempo o dinero poner en marcha el MVP. Chris Lema recomienda invertir menos de 10 horas. Yo recomendaría dedicar un 10% del tiempo que crees que te costaría desarrollar el producto entero. ¿Quieres hacer algo que igual es un año de desarrollo si estás tú solo? Pues dispones de un mesecillo para lanzar el MVP.
  3. Reserva una parte de tus recursos en marketing. Recuerda que todo esto del MVP se basa en conseguir los primeros clientes, los famosos «early-adopters«. Como es obvio, difícilmente vas a conseguir ningún cliente si la gente es incapaz de descubrir que existes. Así que parte de la creación de un MVP incluye una mínima estrategia de marketing: adwords, alguna review pagada del MVP (donde indiquen que es un proyecto incipiente pero con mucho potencial, claro), etc. Si vas por el mundo como pollo sin cabeza y te pones a programar como un loco, tu MVP fracasará. Nunca debes olvidarte del cliente. En esta fase, menos.
  4. Trabaja de forma iterativa. Si tu experimento falla, no pasa nada; desecha la idea y a por otra. Pero si tu MVP parece que coge tracción, ¿qué haces? Pues mejorarlo poco a poco. Aunque el MVP te haya permitido que, oye, al menos hay unas cuantas personas en este mundo a las que tu producto les ha robado el corazón, eso sigue sin ser garantía de nada. No estés ahora 11 meses desarrollando para llegar al producto final de golpe; ve trabajando poco a poco, paso a paso. ¿Recuerdas la imagen de antes? En ella no pasábamos del monopatín al coche; íbamos mejorando el producto de forma gradual, validando que cada paso que damos es en la dirección correcta y que estamos cogiendo tracción.

¡Así que ahí lo tienes! Ya tienes la receta mágica para crear tu primer MVP. Que la fuerza te acompañe, padawan.

Imagen destacada de Daniel McCullough vía Unsplash

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