Nos encantan las métricas. Son la mejor herramienta para conocer si estamos mejorando o no. Hoy nos vamos a centrar en una de las métricas para web más olvidada: la tasa o porcentaje de rebote. Pero no por ser menos conocida que otras vanity metrics, como el número de visitas, es menos importante. Al contrario, la tasa de rebote es clave dentro de la pirámide de la optimización web.
Si quieres saber qué es la tasa de rebote y a qué se debe su importancia, sigue leyendo.
Qué es el porcentaje de rebote
Según Google, el porcentaje de rebote de tu web se calcula como el número de sesiones que visitan una sola página de tu web respecto al total de sesiones. En otras palabras, un rebote ocurre cuando recibes una visita a tu web y el visitante se marcha de esta sin realizar ninguna visita a cualquier otra página de la misma web.
Si alguien visita una página de tu web y después se marcha sin interactuar ni visitar ninguna página más entonces diremos que esa visita ha rebotado.
Como ejemplo, si la mitad de tus visitantes sólo visitan una página de tu web y luego se marchan, tu tasa o porcentaje de rebote será del 50%. Por tanto, para mejorar el engagement de la web nos interesa reducir este porcentaje de rebote.
¿Cómo conocer la tasa de rebote de una página?
Para conocer cuál es el porcentaje de rebote de nuestra página web lo que necesitamos es una herramienta de analítica web, como por ejemplo Google Analytics.
Entra en tu cuenta de Google Analytics y ve al menú Comportamiento, luego a Contenido del sitio y finalmente a Todas las páginas. Allí encontrarás diferentes datos de tus páginas, incluido el porcentaje de rebote.

Así de fácil podrás ver el porcentaje de rebote de tus páginas con Google Analytics. Si utilizas otra herramienta diferente, seguramente también ofrezca esta métrica, dado que es algo bastante común.

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Me sorprendió mucho la calidad del plugin, lo fácil que fue configurarlo y el increíble soporte que me dio Nelio. Recomiendo encarecidamente usar Nelio A/B Testing.

Josette Millar
¿Cuál es una tasa de rebote óptima?
Esta es la pregunta del millón. Y es que depende del tipo de web que tengas y del tráfico que llegue a esta.
Por ejemplo, si tienes un blog donde escribes contenidos, es habitual que tengas un rebote alto (como pudiste ver en la captura anterior donde se veía una de nuestras entradas) ya que muchos lectores entran directamente a leer el contenido (vienen de redes sociales o de Google) y luego se van.
En cambio, si estás analizando una página principal (landing) de tu web, es más habitual que su tasa de rebote sea más baja, ya que la labor de este tipo de páginas es dirigirte a otra acción (visita a la página de precios, completar un formulario, etc.).
Y si quieres números concretos, hay muchas webs ahí fuera que comentan que tasas de rebote entre el 26% y el 40% son excelentes, que la media está entre el 41% y el 55%, y que del 56% al 70% estás por encima de la media. Además indican que con tasa de rebote por encima del 70% tienes un problema siempre y cuando no seas un blog o una página de noticias (contenidos puros, como te expliqué antes).
Aunque este análisis me parece un poco simplista, yo te dejo los números y luego ya tú decides si te los crees o no.
La tasa de rebote y la tasa de salida o abandono
Cuando mires tu herramienta de analítica web, ten cuidado de no confundir la métrica de la tasa de rebote con la tasa de salida o abandono. No son lo mismo, y te pueden liar.
Ambas miden conceptos similares relacionados con la salida de un visitante de una página concreta de tu web. Pero, repito, no son lo mismo.
Como ya te he dicho antes, la tasa de rebote mide el porcentaje de visitantes que aterrizan en una página y la abandonan antes de interactuar con esta. Por otro lado, la tasa de salida o abandono mide el porcentaje de visitantes que abandonan la página después de haberla visitado, pero puede que vinieran de otra página de la misma web. Por tanto, todos los rebotes implican salidas de la página, pero no todas las salidas son rebotes (porque pueden venir de otras páginas de la web).
¿En qué ocasiones un rebote puede no ser un rebote?
Existen muchas razones por las que un visitante puede generar un rebote. Estas son algunas de las más comunes:
- Hacer clic en el botón de atrás del navegador para volver a una web anterior.
- Introducir una nueva URL en el navegador.
- Cerrar el navegador o la pestaña.
- Que la sesión caduque al cabo de un cierto tiempo (habitualmente, después de 60 minutos de inactividad).
Sin embargo, hay ocasiones en las que nuestra herramienta de analítica web puede estar contabilizando un rebote de forma errónea.
Google Analytics mete en el mismo saco al visitante que entra en tu página y sale corriendo; al que entra en tu página, se pasa un rato leyendo los contenidos, y al final acaba yéndose gracias a un enlace que has incluido allí; y al que llega a tu página, lee todo su contenido con detalle, y luego, satisfecho, se va.
Para Google Analytics, todos estos casos generan un rebote de iguales condiciones, pero está claro que lo que realmente está pasando no es lo mismo…
Además, si lo miramos desde el punto de vista del SEO, ¿te parecería justo que Google posicionara igual el primer ejemplo que el segundo y el tercero? Seguro que tu respuesta es que no.
Pues estate tranquilo, porque además de la tasa de rebote, Google tiene en cuenta el tiempo de permanencia en la página para decidir cómo de buena es y posicionarla acorde a ello.
Es por esto que pese a tener un rebote muy alto, la página que te hemos enseñado en la captura de nuestro Google Analytics tiene un buen posicionamiento. El tiempo medio de permanencia de los visitantes en ella es de más de 7 minutos. ¡No está nada mal!
Adaptar Google Analytics para medir «bien» la tasa de rebote
Si te molesta que Google Analytics cuente como un rebote a los visitantes que están en tu página un cierto tiempo suficiente como para indicar que han leído el contenido completo, estás de suerte: es posible modificar Google Analytics para que evite contar como un rebote aquellas sesiones que tengan una duración mínima. Para ello sólo tienes que enviar un evento a Google Analytics pasado el tiempo que tú decidas (por ejemplo, 30 segundos).
Suponiendo que en tu web utilizas el script Google Analytics por defecto, el cual define el objeto JavaScript ga
, lo que tienes que hacer es meter la siguiente línea después de incluir el código de rastreo:
setTimeout( ga( 'send','event','Arreglo de la tasa de rebote', 'Tiempo de permanencia mínimo de 30 segs.'), 30000 );
No te voy a mentir, se trata de un hack en toda regla, pero tú decides si lo aplicas o no a tus analíticas. Después de hacer esto verás que tu tasa de rebote empieza a bajar, ya que dejaras de marcar como rebote a aquellos visitantes de tu web que sólo vienen a leer contenidos y luego se van.
Nosotros no lo tenemos aplicado en nuestra web porque nos gusta ver los datos completos, aunque eso implique que en las entradas del blog tengamos tasas de rebote altas.
¿Cómo reducir la tasa de rebote de una página?
Como ya te he dicho, una vez que hayas aplicado la modificación anterior para ajustar mejor la forma de rastrear a tus visitantes con Google Analytics, tu tasa de rebote debería disminuir, dejando entrever las páginas que realmente tienen un problema de rebote.
En esas páginas deberás analizar con cuidado qué está pasando para que tus visitantes se vayan de allí sin más interacción. Te dejamos un par de consejos para que puedas trabajar esas páginas y las mejores.
Mejora el contenido y su estructura de enlaces
Piensa en el visitante y ponte en su piel. Sólo así podrás llegar a entender porqué se va de tus páginas. ¿Le estás proporcionando valor? ¿Le solucionas un problema?
Una de las mejores formas para ver un descenso en la tasa de rebote consiste en mejorar el contenido de la página. Y cuando hablamos del contenido, también incluyo los enlaces o las llamadas a la acción. Es posible que el visitante no interactúe con la página porque no sabe o no entiende qué tiene que hacer allí.
Y si estás vendiendo algo en esa página, recuerda repasar el nivel más alto de la pirámide de la optimización, de la que ya te hablé anteriormente. Tendrás que conseguir persuadir al visitante para que se acabe convirtiendo en cliente; muestra testimonios, dale confianza, cuéntale lo bueno que eres y lo mucho que necesita tu producto o servicio…
Haz A/B Testing
De poco servirá que realices cambios en los contenidos o en el diseño de tus páginas para intentar mejorar su utilidad y así reducir la tasa de rebote en ellas si no comparas los cambios hechos y la versión actual en las mismas condiciones y siguiendo un método adecuado.
Busca una herramienta de A/B testing con la que puedas probar las distintas modificaciones en tu sitio web. Al finalizar las pruebas, podrás ver si tus modificaciones han mejorado o empeorado tu tasa de rebote, y lo mejor es que tomarás decisiones en base a datos científicos y no opiniones.
Resumen
El porcentaje de rebote es un dato útil para medir el nivel de satisfacción de tus usuarios, junto con el tiempo de permanencia. Si alguien entra en tu página y sale de ella sin hacer clic en una segunda página, eso es un rebote.
No debes preocuparte por el SEO si tienes un porcentaje de rebote alto pero el tiempo de permanencia en la página también es alto. Los buscadores tendrán en cuenta la combinación de estos factores para posicionar.
Pero si tienes porcentajes de rebote altos con tiempos de permanencia bajos, deberás echarle un ojo a tus páginas. Seguramente algo está pasando que está haciendo que tus visitantes huyan de tu web. En tal caso, propón mejoras en tus contenidos y su estructura y valídalos mediante tests A/B.
Imagen destacada de Sammie Vasquez vía Unsplash.
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