Si te dedicas al mundo del desarrollo web estoy seguro de que más de una vez (y de dos) habrás sufrido problemas de comunicación (por decirlo de una manera fina) con tus clientes.

Seguramente asumiste que tu cliente era todo un crack de WordPress, con el que te ibas a entender a las mil maravillas. Es entonces cuando la realidad te golpea y te das cuenta de que tu y la mayoría de tus clientes habláis idiomas diferentes.
Y ojo, no estoy culpando al pobre cliente ni te estoy culpando a ti. Simplemente es algo que sucede si damos por sentado que nuestros clientes tienen ciertos conocimientos o si no dedicamos el tiempo suficiente a formar a nuestros clientes en la materia.
Hace ya unos días que me topé con esta entrada de Brenda Barron en Torque, que justamente trata este tema, y pensé que sería bueno adaptarla teniendo en cuenta mi propia experiencia con los clientes que me he ido encontrando al migrar todo tipo de webs a WordPress estos últimos años.
A continuación te muestro algunas de las cosas que siempre quise que mis clientes supieran sobre el desarrollo web en general y WordPress en particular.
Hacer una web en WordPress lleva tiempo
Esto es así. Es muy posible que tu cliente quiera tener la mejor web del mundo mundial y además tenerla hecha para ayer. Pues va a ser que no.
Existe la creencia extendida de que las webs con WordPress se hacen super rápido. Y en algunos casos es cierto. Instalamos WordPress en menos de 5 minutos, le metemos un tema, instalamos un par de plugins, y a correr.
Sin embargo, cuando tenemos que hacer un tema a medida o queremos añadir funcionalidades adicionales como configurar una tienda online o integrar algún sistema externo la cosa se complica. Y es más, hay muchos temas que podrás encontrar en tu tienda habitual pero el mero hecho de instalarlos y configurarlos ya te va a llevar tiempo.
Por tanto, tendrás que explicarle a tu cliente que el tiempo es el que es, y justificárselo a través del detallado de las tareas que se van a realizar. De esta forma entenderá que no es que seas un vago, sino que hay más aspectos a tener en cuenta de los que él cree.
Los atajos no siempre valen la pena
Relacionado con el punto anterior, más de una vez y de dos me he encontrado con clientes que han venido a migrar su web con nosotros y al ver el presupuesto y planificación temporal que les hemos hecho han salido corriendo como alma que lleva el diablo.

Lo curioso del caso es que también me ha pasado que unos meses más tarde esos clientes han vuelto a venir dispuestos a aceptar las condiciones propuestas. La pregunta que te haces es ¿qué ha cambiado en este tiempo?
En varias ocasiones uno descubre que tales clientes intentaron coger atajos que resultaron fallidos. En el caso de las migraciones de webs a WordPress, existen servicios automáticos que dicen migrar todos tus contenidos en pocos minutos y sin problemas. El caso es que tales servicios funcionan perfectamente para webs hipersencillas, pero tienen problemas con webs normales. Y me he encontrado que esos clientes que huyeron de mi volvieron más tarde después de haber padecido malas experiencias utilizando tales servicios automáticos.
La moraleja aquí es que tomar atajos tiene cierto riesgo. Si el riesgo es controlado, ir por los atajos es muy recomendable, pero si hay dudas, lo mejor es tomar el camino seguro. Y sobretodo, recuerda a tus clientes que ahorrar dinero puede salirles caro.

Nelio Forms
Un plugin de contacto fantástico que usa el editor de bloques. En su simplicidad está la potencia del plugin. Me encanta, es muy versátil y funciona de maravilla para mí.

Wajari Velasquez
WordPress es gratis, mi tiempo y conocimientos no lo son
Otra creencia habitual de ciertos clientes. Si obtener WordPress es gratis, ya que tan solo hay que descargarlo de la web, ¿porque tengo que pagarte? Además, te han visto por ahí haciendo ponencias sobre WordPress dónde has explicado cierto tema sin cobrar nada. ¿Por qué entonces no puedes dedicarme dos horas a mi para ayudarme a montar mi web?
Aquí el tema es peliagudo. Si, WordPress es gratis y en las ponencias que hago no gano dinero, pero lo que estoy haciendo es contribuir a promover WordPress. Lo que no podemos hacer es dedicar dos horas de forma gratuita a todo el que viene a que le ayudes con algún tema concreto. No tendríamos vida.
Esto no quiere decir que en un momento puntual no puedas dedicarle un rato a alguien. De hecho en algún contributor day de alguna WordCamp o después de una meetup he conversado con alguien y hemos revisado algún problema relacionado con WordPress. Claro que tenemos que ayudar, pero hasta cierto límite. Cuando lo que nos piden ya cruza la raya del favor puntual, hay que plantear presupuestar o rechazar amablemente.
Puede sonar algo duro, pero a final de mes hay que pagar las facturas y hay que vigilar que por exceso de amabilidad no nos quedemos sin comer ?.
Haz tu web pensando en tus visitantes
Voy a hacer la web así porque me gusta. Este es quizás el mayor de los errores cuando se plantea el diseño de una web. Por supuesto, tenemos que hacer una web que nos guste, pero también tener en cuenta el tipo de web que queremos y la audiencia que nos visita.
Os pongo un ejemplo, si voy a hacer una web para un grupo de música adolescente seguramente me podré permitir el lujo de añadir muchas imágenes y animaciones en el diseño de un tema más informal. Sin embargo, si voy a hacer una web para un cuarteto de cuerda seguramente haré un diseño más austero y formal ya que va a ser visitada por una audiencia más madura.
Y lo mismo pasa con las acciones que queramos que nuestros visitantes realicen en nuestra web. Hay que plantearlas de manera que les sea fácil hacerlas, teniendo en cuenta el perfil medio que tienen.
Tampoco tiene sentido montar un sistema de comercio electrónico de última generación si sólo vamos a vender un producto. Todo lo que decidamos para la creación de la web tiene que ir acorde a los visitantes y al tipo de negocio o actividad que realicemos.
Básicamente, seguir el sentido común nos servirá para acertar al crear la web. Y si no, siempre podemos hacer uso de herramientas para detectar cómo mejorar la web de acuerdo a los intereses de nuestros visitantes.
Que un plugin exista no significa que haya que usarlo
Otra gran verdad. Recuerdo especialmente el caso de un cliente que al acceder a su WordPress encontré que tenia instalados todos los plugins de SEO existentes. Literalmente todos. Normal que su web no funcionara de ninguna de las maneras.
El problema aquí es que estamos acostumbrados a que más es mejor. Todos los días nos bombardean con este mensaje en los medios o en la publicidad. Lamentablemente, en WordPress esto no es así del todo.

Tienes que explicar a tus clientes que en WordPress menos es más. Tener un tema ligero hará que todo vaya más rápido. Instalar sólo aquellos plugins estrictamente necesarios hará también que todo cargue antes. Y ya está, no es necesario cargar WordPress con lo innecesario.
Para mi, la regla principal es instalar el número mínimo de plugins para conseguir el máximo de funcionalidad que necesitemos.
Las webs en WordPress son dinámicas
Muchos clientes pasan a WordPress porque está de moda o porque les han dicho que es fácil de gestionar por ellos mismos. El problema aquí es que muchos también desconocen que WordPress evoluciona con el tiempo, y que hay que ir actualizando WordPress, el tema que tengamos y los plugins que hayamos instalado.
Algunos clientes, sobretodo los que están acostumbrados a tener una web estática compuesta por unos cuantos HTMLs y listo, no tienen ni idea de que WordPress es un entorno dinámico y que implica costes de mantenimiento. Y estos costes pueden ser monetarios si contratamos el mantenimiento a un tercero, o de tiempo si queremos mantenerlo nosotros.
Un plugin que al actualizar deja de funcionar como queríamos o entra en conflicto con otro plugin, un tema que se rompe por dejar de actualizarlo, o incluso un problema de seguridad que sucede por tener una versión antigua de WordPress. Todo esto son ejemplos de cosas que seguramente tu cliente no tiene en mente y que debemos explicarle desde el inicio.
Hacer preguntas es normal
Esto es casi lo más importante. ¿Recuerdas el dicho que dice que es mejor callar y parecer tonto que hablar y que quede demostrado? Pues hemos de quitárnoslo de encima lo antes posible. En la mayoría de ocasiones, los problemas que sufrimos surgen porque o bien nuestros clientes prefieren callar y decir que entienden todo, o bien nosotros hacemos lo mismo.
En una relación comercial, la sinceridad es lo más importante. Es mucho mejor ser claro y explicar desde el principio las dudas que tu cliente tiene así como las tuyas propias. De no hacerlo, estamos jugando con fuego, ya que las expectativas de unos y otros diferirán, pudiendo llevar al traste el proyecto y la relación comercial.
No tenemos que tener miedo a preguntar. En este caso, mejor pecar de preguntón que arriesgarnos a futuros problemas. Y si te encuentras con un cliente que no pregunta, oblígale a que lo haga. Es imposible que lo haya entendido todo a la primera, hablo desde la experiencia.
Resumen final
Si después de leer esto te has sentido identificado, ya ves que no estás solo. Somos muchos los que hemos sufrido esto (y lo seguimos sufriendo). No obstante, nos ha de servir para concienciar a nuestros clientes y para ayudarles a entender aspectos que para ellos suenan a chino mandarín.
Me gustaría conocer tu experiencia. ¿Crees que me he dejado algún apartado conflictivo con el que te has enfrentado alguna vez? Por favor, explícamelo en los comentarios y así todos podremos seguir aprendiendo.
Imagen destacada de Brickset
Deja una respuesta