Una de cada tres personas no lee nunca o casi nunca. O sea, que a la gente no le gusta leer. E igual estás pensando que «bueno, vale, a la gente no le gusta leer libros, pero esos no son mi público objetivo; yo lo que quiero es que mis usuarios, aquellos que se toman la molestia de llegar a mi web, lean mis entradas«. Y tienes toda la razón, no tendríamos que estar hablando de todo el mundo en general… pero el problema es que la mayoría de los usuarios sólo van a leer una quinta parte de lo que escribes, ojeando tu web y haciendo una lectura en diagonal buscando lo que les interesa.
¿Cómo podemos conseguir, pues, que nuestros lectores lean las entradas que preparamos para ellos? ¿Podemos engancharles de alguna forma?
El papel de las introducciones
Últimamente hemos publicado algunas entradas con trucos y consejos para que crees mejores contenidos y fidelices a tus lectores. Por ejemplo, la semana pasada Ruth te explicaba qué tipos de contenido resultan más atractivos para el público y unos días antes Antonio te enseñaba cómo dar con el título perfecto sin caer en las trampas (tan de moda, por cierto) de los clickbaits. Bien, pues siguiendo con la tónica de mis compañeros, hoy nos centraremos en las introducciones.
Las introducciones tienen que despertar el interés de tus lectores. Para escribir una introducción atractiva, sigue alguno de los estilos siguientes.
1. Explica alguna curiosidad
Una buena forma de empezar cualquier entrada es compartiendo una curiosidad cualquiera, como por ejemplo he hecho en la entrada de hoy. Las curiosidades funcionan muy bien como introducción porque suelen sorprender al lector, especialmente si no conocía el hecho que estás compartiendo. Imagina que entras en nuestro blog y encuentras una entrada que empieza con alguna de estas curiosidades:
- Una de cada tres personas no lee nunca o casi nunca
- Las palomas aprenden a leer
- ¿Sabías que los mensajes de texto acabados en punto parecen menos sinceros?
Sé sincero: ¿no sientes curiosidad por saber cómo seguiría una entrada de Nelio Software que empezara así? ¡Yo sí! ? ?
Por lo general, soy partidario de usar curiosidades que estén relacionadas con el contenido, aunque no siempre es sencillo encontrarla. No obstante, empezar con algo que no tenga nada que ver (para que el lector se quede en plan… «¿y esto qué tiene que ver con WordPress?»), para luego dar un giro y atarlo todo, también es una buena forma de enganchar a la gente.

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2. Comparte una anécdota o historia personal
Una buena forma de difundir tu mensaje es contando una historia personal o una anécdota. Chris Lema es uno de los mayores «narradores de historias« que tenemos en el mundillo de WordPress y no parece que le vaya mal ?. Si sigues su blog (en inglés), verás que sus historias son frescas e interesantes, y consiguen engancharte rápidamente.
Pues bien, usar el formato historia o anécdota personal como introducción también funciona. Por ejemplo, hace unas semanas te explicaba cómo diseñar mejores interfaces de usuario, y empezaba así:
Hace un par de meses estaba echando la tarde viendo vídeos en YouTube y me saltó uno muy interesante que hablaba sobre puertas. En el vídeo, se ve una oficina con una puerta que todo el mundo parece odiar. ¿Por qué? Porque siempre que alguien la intenta abrir lo hace mal. ¿Tiras de ella? Lo siento, tocaba empujar. ¿Decides empujar? ¡Mal! Desde aquí hay que tirar. Qué chorrada de vídeo, ¿no? Todo el mundo sabe abrir puertas… ¡es imposible que esto pase!
Como ves, estoy compartiendo una pequeña anécdota con la que es fácil que te identifiques: «estás pasando el rato viendo vídeos de gatitos en Internet y de repente encuentras algo interesante que merece la pena compartir». El hecho de usar una anécdota mundana como esta, en la que fácilmente puedes verte reflejado, invita a seguir leyendo.
Las anécdotas o historias pueden ser muy variadas, pero en general deberían:
- haberte pasado a ti, puesto que es más original compartir tus anécdotas (aunque usar «citas» de otras personas también puede funcionar),
- ser divertidas, curiosas…
- estar relacionadas con tu contenido.
3. ¿Introducción, dices? ¡Mejor una conclusión!
Cuando estás escribiendo una entrada, lo más lógico es escribirla en el orden en que el usuario la leerá: empiezas por la introducción, sigues con el desarrollo de todo el contenido y acabas con las conclusiones. No obstante, y aunque pueda sorprenderte, es mejor dejar la introducción para el final.
A medida que tu entrada va cogiendo forma y la vas completando, tu comprensión sobre el tema es mayor. Piensa en ello: has buscado referencias con las que complementar tu punto de vista, has escrito y re-escrito algún párrafo hasta que fuera totalmente comprensible, has sintetizado toda la entrada en una conclusión que resume las ideas principales… Está claro que cuando escribes sobre un tema, sabes más sobre ese tema al acabar de escribir que al empezar, ¿no?
Pues bien, es «ese conocimiento extra» el que te permitirá escribir una mejor introducción. Existen, básicamente, dos formas de «empezar con la conclusión de tu entrada«:
- Resume la entrada (sin spoilers). Por ejemplo: «6 meses después de haber fusionado nuestros blogs, las visitas han subido un 25% gracias al marketing en redes sociales«. Como ves, se trata de una introducción que te dice todo lo que tienes que saber («hemos mejorado» y «lo hemos hecho con las redes sociales«), pero sin entrar en detalles. Con este tipo de introducción, el lector sabe qué puede esperar de la entrada y puede decidir si lo que vas a tratar en la entrada le interesa o no.
- Prepara al lector sin decir nada. Otra forma de empezar es insinuando los puntos que se tratarán sin entrar en detalles. Por ejemplo (de nuestro blog en inglés): «Hoy tenía que haber sido un gran día, pero gracias a Google ha sido una pesadilla. Hemos decidido explicar los detalles de lo que ha pasado (…) para que otras empresas no sufran los mismos problemas durante el lanzamiento de un nuevo producto». En este caso, no estamos diciendo qué ha pasado, ni qué problemas hemos tenido, ni cómo los hemos solucionado… pero ya intuyes de qué puede ir la entrada, ¿verdad?
4. Plantea una pregunta (interesante)
Una forma sencilla de despertar el interés en el lector es planteándole una pregunta cuya respuesta pueda interesarle. Este es un recurso que hemos usado bastante en el blog. Un par de ejemplos recientes son:
- Recientemente escribimos una entrada que usaba este recurso en el título: ¿Será un éxito o un fracaso fusionar nuestros blogs?
- Antonio hace poco escribía otra entrada con la siguiente introducción: «¿Cuánto tiempo dedicas a escoger el título de tus entradas? ¿Estás satisfecho con los resultados que consigues? ¿Te gustaría ser más original?»
Tratándose de un recurso tan sencillo, no creo que sea necesario comentar mucho más sobre él. Simplemente, ten en cuenta la siguiente recomendación: intenta evitar las preguntas obvias. Por ejemplo, preguntas del tipo «¿Quieres conseguir más tráfico?» en un blog de SEO no aportan nada; si tienes un visitante leyendo tu blog ¡es obvio que quiere «conseguir más tráfico»! No le hagas perder el tiempo con obviedades… ?
5. Provoca un poco al personal
Tratar temas controvertidos casi siempre es garantía de éxito. Hace unos días titulamos una entrada con un título muy provocativo: Cuando la libertad de WordPress se carga tu negocio, la cual, por cierto, generó muchísimo interés en el grupo AdvancedWP de Facebook. Empezar tu entrada con frases provocativas es una buena forma de «picar» a tus lectores y «obligarles» a leer tu entrada. Por ejemplo, un título como «Has conseguido lo imposible y 1 de cada 100 clientes se suscriben a tu servicio. Lo siento pero te equivocas: se puede hacer mucho mejor» es una forma de poner en entredicho la creencia de un lector e incitarle a seguir leyendo para que descubra dónde se equivocaba y cómo mejorar.
En definitiva…
Existen diferentes formas de escribir una introducción (más de las que he comentado, de hecho). Si consigues aplicarlas todas, conseguirás que tu blog tenga una apariencia fresca y variada y que cada entrada tenga ese toque distintivo, diferente. En Nelio vamos aprendiendo todas estas técnicas a medida que te las contamos, así que no te extrañe si a partir de ahora empiezas a ver más curiosidades, provocaciones o anécdotas en nuestro blog ? Así que te invitamos a probarlas tú también en tu blog y a que compartas tu experiencia. Y si conoces otra forma de empezar una entrada… ¡cuéntanosla! ??
Imagen destacada de Ben Timney.
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