Sueño de emprendedor:
Un conjunto de amigos o compañeros tenéis una idea novedosa relacionada con un modelo de negocio basado en una «plataforma colaborativa» o en un «comparador de…» o en cualquier otro modelo que se os pueda ocurrir.
Tras crear un pequeño prototipo, entráis en una gran aceleradora que os proporciona justo la formación adecuada y el entorno para dar mejor forma a vuestra idea, establecer un buen modelo de negocio, diseñar y probar su escalabilidad, conseguir clientes y, sobretodo, captar la financiación necesaria para poder acelerar el crecimiento. Tras unas cuantas rondas y gran crecimiento, pasáis a formar parte de la lista de startups con más futuro. Finalmente, si todo va según el plan previsto, llega el punto en que podéis salir a bolsa o incluso dáis el pelotazo vendiendo la compañía.

Pero quizá también te hayas planteado, bien porque no tienes el tiempo o los recursos para acceder a financiación, o porque no quieres renunciar a tu participación en tu startup, o porque te crees el rey del mambo, o porque eres un mindundi, o porque… (bueno, pues eso, por el motivo que sea), el montar tu startup mediante bootstrapping.
Bootstrapping
Por si no estás familiarizado con este concepto, bootstrapping es un término procedente del inglés que hace referencia a empezar algo sin recursos (o con muy pocos) y emprender únicamente con los medios de los que dispones.
La mejor de esta filosofía es que la participación en la empresa es exclusivamente de los co-fundadores. Pero no te engañes, los grandes inversores tienen claro los problemas que comporta el bootstrapping:
- Velocidad de crecimiento: empiezas limitando mucho tus recursos (manteniendo al equipo muy pequeño, posiblemente, sólo los socios). Eso implica que tu capacidad de trabajo y producción también va a ser más limitada. El proyecto puede convertirse en un reto importante o casi imposible si quieres competir en un mercado en que todo se mueve muy rápidamente y tus competidores pueden estar mucho mejor equipados. ¿Estás seguro de que no es mejor ser más competitivo?
- Riesgo personal: con bootstrapping está muy bien no renunciar a participación pero eso implica que tus socios y tú, asumís solitos todos los riesgos. ¿Tenéis bien calculado cuánto podréis aguantar sin sueldo o con una «mierda» de sueldo? ¿Hasta qué punto puedes llegar a pensar con claridad si tus ingresos son tan bajos? Con financiación e ingresos mensuales, quizá tendrás menos presión en casa para que dejes esta absurda aventura.
- Imagen de tu empresa: hay grandes inversores conocidos por saber encontrar los mejores oportunidades de negocio. Poder decir que tu startup está participada por algunos de ellos es como si ya reflejaras una imagen de credibilidad y éxito garantizada. Sí estás sólo, te va a ser bastante más difícil ganar una reputación.
- Red de soporte: los inversores no sólo te pueden dar una mejor imagen, algunos de ellos te pueden ayudar como grandes mentores o te pueden proporcionar una red de contactos de clientes, mentores, trabajadores o futuros inversores. Tus inversores son los primeros interesados en que vaya bien tu negocio y dispuestos a echarte un cable. Con sólo bootstrapping quizá vas más perdido.
- Más capacidad: hay muchos tipos de negocios tecnológicos que necesitan inversión (externa o no) inicial para poder crear el producto o dar un servicio. En especial si implican la fabricación física del producto o un gran equipo. Si tu genial idea implica el desarrollo de un proyecto inicial de gran envergadura, claramente necesitarás capital y posiblemente no tiene mucho sentido intentar un modelo de bootstrapping.
Pero entonces, a parte de que no pierdes participación en tu empresa, ¿hay alguna otra ventaja con el bootstrapping? Y no sólo eso, ¿realmente existen grandes empresas tecnológicas que hayan conseguido su crecimiento con un modelo de bootstrapping o, como mínimo, siguiendo este modelo durante un buen periodo de tiempo?
Porque más vale tocar de pies al suelo: si no existe prácticamente ningún ejemplo, quizá no sea tan buena idea ser uno de los pioneros, ¿no crees?
Grandes empresas que nunca han tenido inversión
Después de buscar información, para tu tranquilidad te diré que sí existen algunas empresas que han funcionado con sólo recursos propios.
Veamos algunos ejemplos:

Nelio A/B Testing
Me sorprendió mucho la calidad del plugin, lo fácil que fue configurarlo y el increíble soporte que me dio Nelio. Recomiendo encarecidamente usar Nelio A/B Testing.

Josette Millar
#1 Clicky
Roxr es una pequeña startup fundada a finales de 2006, y con sede en Portland, Oregón. Son los creadores de Clicky Web Analytics, una herramienta de analítica (compite con Google analytics) para comprender cómo se usa tu web en tiempo real. La startup la siguen llevando sus dos co-fundadores, Noah Merritt y Sean Hammons. En 2011 ya esperaban facturar más de un millón de dólares con un 60% de margen. Como ves, les queda un sueldo bastante razonable a los co-fundadores.
#2. Carbonmade
Es un servicio para diseñadores que permite mostrar tu portfolio de diseños online.

Fundada por Dave Gorum y Jason Nelson en 2007. Empezó un año antes como una herramienta del propio Dave para actualizar su propio portfolio, luego junto con Jason decidieron abrirla al público. Y fueron creciendo orgánicamente teniendo hoy en día más de un millón de portfolios con un equipo de 12 personas.
#3 Litmus
Litmus es una herramienta para diseñar emails impecables, que se van a leer bien en cualquier tipo de sistema y dispositivo.
Litmus fue fundada en 2005 por tres amigos de la niñez, Paul Farnell, Matthew Brindley, y David Smalley. Empezó como una herramienta de test de diseño en distintos navegadores y luego ya se centraron en los correos electrónicos.
Siguieron un modelo de bootstrapping durante una década, hasta el año 2015 en el que tuvieron su primera ronda de inversión de 49 millones de dólares de Spectrum Equity.
Actualmente tienen más 250.000 clientes y más de 75 trabajadores.
#4 Goldstar
Goldstar es la empresa de ventas de entradas online de espectáculos de entretenimiento a mitad de precio más grande del mundo.

La fundaron Rich Webster, Jim McCarthy y Robert Graff en 2001, con 1.000 dólares. Empezaron buscando espectáculos que no conseguían vender las entradas para ofrecerlas ellos a mitad de precio.
No querían saber nada de inversión externa ya que no habían tenido buenas experiencias en anteriores startups. Graff comentó en una entrevista que sencillamente no querían que nadie les dijera cómo tenían que hacer las cosas.
Actualmente tiene más de 100 empleados en Estados unidos y 8 millones de miembros en más de 26 ciudades.
#5 Github
Si eres desarrollador de software, conoces perfectamente este servicio. Es un servicio de alojamiento de código para proyectos de desarrollo de software que utilizan el sistema de control de versiones Git. El código se almacena de forma pública, aunque también se puede hacer de forma privada, creando una cuenta de pago. También se conoce como la Wiki de los desarrolladores.
Su fundador, Tom Preston-Werner, la fundó en 2007 y siguió un modelo de bootstrapping hasta el año 2012 en el que Andreessen Horowitz invirtió 100 millones de dólares. La empresa había aumentado un 300% sus ingresos anualmente. En 2016, GitHub estaba en la posición 14 de la lista Forbes Cloud 100 (las 100 mejores empresas de servicios cloud).
#6 FastSpring
Por supuesto, no podíamos dejar de mencionar a nuestra plataforma de pagos, FastSpring. Ofrecen una solución SaaS completa para toda la gestión de pagos de suscripciones recurrentes.
Fue fundada en 2005 por Dan Engel, Ken White, Ryan Dewell y Jason Foodman con el objetivo de ofrecer una solución para las empresas que vendían software.

En 2007 facturaban menos de un millón de dólares. En 2010, 35 millones de dólares. En 2011, 66 millones. En 2012, 95 millones. Y en 2013 más de 100 millones. Hasta ese año 2013, ocho años después de la fundación, no tuvieron la primera ronda de inversión, por parte de Pylon’s L.P. y con el objetivo de que les ayudara también en la expansión del negocio en Asia.
#7 Sparkfun
Sparkfun es una tienda online de productos y piezas electrónicas fundada por Nathan Seidle en 2003 que por aquel entonces buscaba una pieza y vio una oportunidad de negocio para una tienda con estas características.
Comenzó el negocio con una deuda de 2.500 dólares de su tarjeta de crédito con la que compró al azar unos cuantos productos sin saber si los vendería. Empezó a tener uno o dos pedidos diarios, y con lo que ganó volvió a comprar más piezas. Él comenta que tardó 3 años hasta que pudo comprarse un nuevo abrigo.
Actualmente ya cuenta con más de 10 millones de dólares de ingresos y es un referente popular en la comunidad de «makers».
#8 WooThemes y WooCommerce
A los que somos desarrolladores de plugins de WordPress nos encanta la historia de WooThemes. En 2008, y tras unas cuantas charlas virtuales entre Adii Pienaar, Magnus Jepson y Mark Forrester, cada uno desde una punta del mundo, empezaron a vender temas premium de WordPress creando WooThemes. En 2011 ya tenían 100 temas disponibles a la venta y lanzaron al mercado WooCommerce.
No pararon de crecer consiguiendo más de 7 millones de descargas de WooCommerce en 2015 con un equipo de más de 55 personas en 19 países. En mayo de ese mismo año fueron adquiridos por Automattic.
#9 AppSumo
AppSumo es un sitio web de ofertas diarias en aplicaciones web y productos digitales para desarrolladores o «frikis».
Noah Kagan, mientras trabajaba en una compañía de pagos de juegos de Facebook, vio que costaba encontrar aplicaciones nuevas en la nube y decidió crear un negocio. Por 60 dólares consiguió que un equipo de Pakistán le desarrollara el back-end de lo que sería AppSumo, y él desarrolló el front-end. Al cabo de un mes ya lo lanzó al mercado y consiguió vender más de 200 productos. Noah reconoció en una entrevista que eventualmente aceptó una inversión externa en la empresa de su madre Debra, de 20,47 dólares ?.
Actualmente tiene a más de 700.000 suscriptores, 50 trabajadores y una cifra de negocio de 8 dígitos.
#10 MailChimp
Todos los que tenemos una startup conocemos bien MailChimp, un gran servicio de envío de correos situado en Atlanta.
En el año 2000 Ben Chestnut y Dan Kurzius crearon la empresa Rocket Science Group donde ofrecían servicios de consultoría de diseño de felicitaciones. Algunos clientes les pidieron que si a parte del diseño podrían darles un servicio para enviarlas. Aquí es cuando crearon el servicio de envío de emails. En 2007 dejaron el diseño y se dedicaron exclusivamente a MailChimp.
Sus fundadores han comentado en varias ocasiones que cuando habían hablado con potenciales inversores, parecía que no entendían a sus clientes, mayoritariamente negocios pequeños, y sugerían que pivotaran al mercado de las grandes corporaciones para acelerar el crecimiento. Ben comentaba que siempre han preferido mantenerse fieles a su visión de negocio y por eso nunca han tenido inversión externa.
Actualmente tienen a más de 700 empleados y en 2016 superaron los 400 millones de dólares de ingresos.
Bueno, así que ya ves que algún que otro caso de éxito hemos encontrado… pero ¡hey! que no todos los casos de éxito se encuentran en Estados Unidos. También tenemos algunos bien conocidos en nuestro país:
#11 Milanuncios y Habitaclia
Ricardo García, siendo autónomo, creo este portal de anuncios clasificados en 2005. Inicialmente era una web muy sencillita, pero fue creciendo y en 2010 ya superó al líder en España, Segunda Mano.
En 2011, Ricardo constituyó su empresa y fichó a Klaus Gottschlich, ex director general de eBay en España. Ya facturaba millones con un equipo de 8 personas. En 2014, la compañía noruega Schibsted Classified Media anunció que compraba Milanuncios.com por 100 millones de euros.
Y una historia parecida es la de Habitaclia, creada por Jordi Peña, de Mataró. Empezó con una web simple, creo la sociedad en 2008 como único fundador, y la empresa fue creciendo hasta conseguir 80 empleados en 2016 y facturar 6,8 millones de euros el primer trimestre de ese año, un 36% más que en el mismo periodo del año anterior. Fue adquirida por la misma compañía noruega Schibsted Classified Media a finales del 2016. La cifra de compra no se hizo pública pero se estimaba que podía rondar el doble que la de Milanuncios.
#12 Pompeii
Esta empresa de calzado la crearon Jaime Garrastazu, Jorge Vidri, Nacho Vidri y Cosme Bergareche en enero del 2014 con 18.000 euros, que les sirvieron para crear 350 zapatillas.
Las vendieron en dos días gracias a una fuerte campaña de marketing y continuaron el proceso. Consiguieron facturar 135.000 euros ese año, el siguiente 360.000 y en 2016 rozaron los 2 millones.
#13 Hawkers
Esta startup de venta de gafas de sol online va siendo noticia últimamente por su gran capacidad de ‘emprendimiento viral’. La fundaron 4 emprendedores con apenas 3.010 euros a finales del 2013, y en 2014 facturaron 14 millones.
Para tener un crecimiento más acelerado, siendo una empresa rentable, finalmente en 2016 aceptaron una ronda de inversión de 50 millones.
Y te seguro que hay más. Aún así mucho me temo que no es un camino de rosas.
¿Qué reflexiones podemos sacar?
Encuentras bastantes artículos sobre el éxito y fracaso de startups. Sin ser cifras excesivamente contrastadas, en algunos se comenta que sólo un 10% de las empresas que se crean sobreviven a los 3 años de vida, otros ponen esta cifra en un 20% o algo más.
Y estos números sirven tanto para empresas con inversión externa como para las que no la tienen. No he sabido encontrar un estudio que realmente analice la correlación entre inversión externa y éxito de una startup. Así que, de entrada, tener financiación no es más garantía de éxito.
Como también habrás observado, algunos de los ejemplos de empresas comentadas son precisamente una excepción a los problemas que conlleva no tener inversión que ya te comenté al principio de esta entrada. Hemos visto algún caso de crecimiento espectacular empezando con casi nada.
No es que creamos que estas excepciones son el reflejo de que esos riesgos no existen. Pero sí son un pequeño ejemplo de que no sólo existe una única vía para crear una startup que funcione. Hoy en día optar por autofinanciarse parece peor visto públicamente, aunque no debería de ser así.
Por otro lado, leyendo algunas entrevistas a los co-fundadores de algunas de las empresas mencionadas, coinciden en que las ventajas del boostrapping son:
- Te centras exclusivamente en lo importante que es conseguir tener clientes, en vez de en levantar rondas de inversión.
- Tienes un control absoluto sobre todas las decisiones sin presión de inversores que no comparten tu visión o estilo de empresa.
- La presión en crecimiento te la pones tú. Aunque alguno ya ves que ha pasado unos primeros años durísimos.
- No hay una obligación de que tengas que vender al final la empresa para dar salida a los inversores.
- Si las cosas van mal, sólo tienes que cerrar y a otra cosa. Sin tener que dar más explicaciones.
- Y por supuesto, si las cosas van bien, tienes el 100% del pastel ?.
Cada startup es un mundo único con un equipo en el cada uno de sus miembros tiene una personalidad, capacidad, ambición y estilo de vida.
Para nosotros, nuestro principal objetivo no es el de convencer a inversores de lo estupendos que somos (que lo somos, no te quepa ninguna duda ?), si no la de persuadir a nuestros clientes para que entiendan lo increíbles que son nuestras herramientas Nelio A/B Testing y Nelio Content ??.
¡Y algo imprescindible para nosotros es que nos lo pasamos genial con este gran reto!
Imagen destacada de Sam X.
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