¿Te has preguntado alguna vez por qué muchas personas con un gran potencial no consiguen alcanzar aquellos retos y logros que se proponen? A veces, puede ser debido a factores externos que están fuera de su control. Sin embargo, muchas veces el conseguir aquello que queremos depende de nosotros mismos y nuestro peor enemigo es la procrastinación.
La procrastinación
La procrastinación (del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro), postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. (Fuente: Wikipedia).

Pero ¿por qué perdemos el tiempo en cosas que nos aportan tan poco? Las razones pueden ser muy diversas, pero según el psicólogo Williams J. Knaultalgunas de ellas son:
- Autoestima baja: conseguir cierto objetivo o desarrollar un proyecto determinado comporta a menudo la necesidad de adquirir un nuevo conocimiento. Si tu mismo, te pones la barrera de creerte que no vas a ser capaz de adquirirlo o que eres inadecuado o incompetente para ello, va a ser mucho más difícil conseguirlo. Nosotros mismos somos en muchas ocasiones, nuestros peores enemigos en el alcance de nuestros objetivos.
- Perfeccionismo y miedo al fracaso o al error: uno no nace aprendido. Si no te atreves a escribir porque sabes que no eres un escritor profesional o a emprender porque no lo has hecho antes, va a ser imposible que nunca seas capaz de hacerlo. Siempre hay una primera vez en la que no estarás suficientemente preparado.
- Miedo al éxito: quizá pueda sorprender pero hay personas que cuando piensan en alcanzar ciertas metas sienten ansiedad pensando en la responsabilidad que vendrá a continuación. Y eso es lo que claramente les frena para dar el paso a conseguirlo. La dificultad para tomar decisiones y la búsqueda de garantías de saber llevar bien el éxito antes de iniciar una tarea provoca finalmente sentimientos catastrofistas, y como resultado se sienten saturados e indefensos.
- Falta de interés: más de una vez tenemos que realizar tareas que terceros nos han asignado pero que no son especialmente de nuestro interés. En estas situaciones, fácilmente nos dedicamos a perder el tiempo innecesariamente. Mi recomendación es que si tu eres el encargado de asignar las tareas, preocúpate en buscar a las personas que les pueda ser de interés lo que van a hacer.
- Falta de motivación: la motivación está sobrevalorada. Las frases del tipo “Tu puedes conseguir todo lo que te propongas” o “Creer es poder» son eslóganes que para marcas deportivas funcionan muy bien comercialmente, pero nos lleva a pensar, erróneamente, que antes de empezar un trabajo, tenemos que estar motivados a tope. Y llegamos al punto de que si no lo estamos, preferimos ya ni empezar. Pero recuerda que es el compromiso lo que es permanente y te ayudará a sacar el trabajo adelante, no la motivación.
- Sentirse saturado: el trabajo se te acumula, y te ves incapaz de establecer prioridades; esto provoca sentimientos de ansiedad, saturación, estrés, angustia, indecisión, impotencia, inmovilización y fracaso, lo que cierra un círculo vicioso del que no puedes escapar. Y puedes acabar dedicándote exclusivamente a no hacer nada durante 2 minutos.
Pero tranquilo que ahora vienen las buenas noticias: muchos de los problemas por los que postergamos el trabajo que deberíamos realizar, pueden resolverse si utilizamos de forma sistemática algún método para ser más eficientes y que no se nos caiga el mundo encima.
La Técnica Pomodoro
La Técnica Pomodoro es un método de gestión del tiempo que puede ayudarte a que tu productividad sea mayor. Fue desarrollado por Francesco Cirillo a fines de la década de los 80 y es un sistema que busca mejorar la gestión del tiempo a través de su división en fragmentos.

Verás que es muy sencillo, todo lo que necesitas es un temporizador o cronómetro. El de tu móvil te sirve perfectamente. Aunque como te cuento más adelante el creador de la técnica considera que es importante utilizar un reloj mecánico como el utilizado en cocina.
Veamos cómo funciona.

Nelio Content
Estoy tan contento con Nelio Content que parece que me hayan pagado para hablar bién de él… pero es que también a ti te encantará: funciona como prometen, la programación automática de mensajes es increíble, la calidad/precio no tiene parangón y su equipo de soporte se siente como si fueran parte del tuyo.

Panozk
#1 Elige la tarea que quieres realizar
No importa que se trate de un gran proyecto o de una tarea más pequeña. Lo único que importa es que se trate de algo que requiera de tu absoluta concentración sin distracciones. El ejemplo perfecto de tarea es la de escribir una entrada en tu blog, pero te sirve para cualquier otro trabajo que quieras realizar.

#2 Pon el temporizador
Ahora es cuando te has de hacer la gran promesa a ti mismo: me pasaré 25 minutos dedicados exclusivamente a realizar esta tarea sin interrupciones.

#3 Trabaja en la tarea hasta que suene el pomodoro
Se trabaja (y esto es importante) de forma concentrada e intensiva hasta que suena la alarma. ¡Te aseguro que puedes hacerlo! Piensa que, después de todo, son sólo 25 minutos

¡Rrrriiiiiiinnnnnggggg! ¡Suena el pomodoro! ¿Y ahora?
#4 Marca que has realizado la tarea
Puede parecer un poco una estupidez pero Francesco Cirillo le da mucha importancia a estos gestos físicos, como poner el despertador o marcar físicamente de alguna forma que la tarea se ha realizado. Si la tarea la tenías anotada en una lista, lo único que has de hacer es tacharla de la lista para marcarla como realizada.

Igualmente, si tu tarea era la de escribir una entrada, da una gran satisfacción hacer clic en «Programar» o «Publicar».
#5 Tómate un descanso
Ahora, tras tu gran esfuerzo en el que has estado a tope durante 25 minutos trabajando es cuando te mereces una pequeña recompensa. Tómate un descanso de 5 minutos.

Te puedes ir a tomar un café o un snack (pero ¡ojo! no te vayas a poner como un ceporro).
Si es un trabajo que te está costando mucho o se te está haciendo especialmente pesado, verás como estos cinco minutos de respiro te ayudarán a coger la energía que necesitas para continuar con el trabajo.
También es posible que si has estado 25 minutos trabajando a tope con algo que te apasiona, el tiempo se te haya pasado volando e incluso pienses que no hace falta parar. No lo hagas, estos 5 minutos de descanso son los que te ayudarán a volver a estar igualmente concentrado en los siguientes 25 minutos.
Y bueno, tras los cinco minutos de asueto en los que tu mente se ha despejado un poquito, vuelta a empezar con el proceso Pomodoro.
#6 Cada cuatro pomodoros, toma una pausa más larga
Tanto si estás realizando tareas que te entusiasman o tareas que aborreces, tras 4 pomodoros toca un parón. Ahora ya hablamos de 20-25 minutos. Has estado trabajando durante dos horas a tope y necesitas relajar el foco, evitando cualquier actividad. Esto te ayuda a hacer sostenible el trabajo y a ser mucho más creativo.
Recuerda que, tal y como ya te comenté cuando expliqué en qué consiste el proceso de generación de ideas, para generar nuevas ideas siempre existe una fase en la que uno debe desconectar del trabajo que está realizando y realizar una actividad estimulante.
Y hasta aquí, cómo funciona este sencillo método, en el que ya ves que la clave de todo es el control de tiempo. Ah! Y si no tienes un tomate de cocina, siempre puedes usar el Tomato Timer. O si eres un aficionado al cultivo del tomate y ya conoces las 10 mejores variedades de tomate para tu huerto,seguramente también te gustará conocer las 12 mejores variedades de Pomodoro apps que te pueden ayudar en este proceso. ☺️
Pros y Contras del método Pomodoro
Como ya has visto, el método Pomodoro se basa básicamente en un control horario férreo del tiempo de dedicación a cualquier tarea. Te recomiendo que antes de aplicar este método, tengas en cuenta sus ventajas y desventajas.
Los defensores de este método constatan que el método Pomodoro te ayuda a focalizarte en la tarea que se está realizando, mejorando así la productividad. El hecho de aceptar que tienes que estar 25 minutos contra reloj, concentrado y sin interrupciones, te obliga a ser eficiente. Otra de las ventajas es que puedes gestionar y controlar mucho mejor a qué dedicas tu tiempo. Esto es especialmente útil si realizas un tipo de trabajo en el que facturas a tus clientes por tiempo de dedicación. Y finalmente, los descansos regulares son la mejor herramienta para mejorar la concentración y la creatividad y reducir la procrastinación.
Los detractores, por otro lado, argumentarán que la creatividad no debería estar ligada a un método temporal tan estricto. Si estás realizando una obra de arte, no puedes trabajar 25 minutos seguidos concentrado para luego parar cinco minutos. Por otro lado, si tu trabajo necesariamente debe incluir interrupciones como llamadas urgentes o imprevisibles, este método puede no ajustarse a tus necesidades o forma de trabajar y que te sea muy difícil encajarlo con tu trabajo. Finalmente, hay que quien considera que los tiempos de concentración y de trabajo de 25 minutos son demasiado cortos. Que justo cuando estás más concentrado en lo que estás realizando, has de parar.
Conclusión
El método Pomodoro es bien sencillo (esto siempre es una ventaja) y aunque parece un poco duro de implementar, aquellos que lo hacen con rigor acaban siendo personas muy productivas y eficientes en su trabajo.
Ahora, ya no tienes excusas para procrastrinar. ¿Y tú? ¿Cuál es tu experiencia? ¿Has probrado alguna vez este u otro método similar? ¿Te ha funcionado? ¡Nos encantará, que compartas tu experiencia con nosotros!
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