Las herramientas de analítica web nos dan un montón de información colocando un pequeño código de rastreo en nuestra web. El problema es que tanta información puede ser abrumadora, lo que nos lleva a poner el foco en datos y métricas que no son tan importantes como nos pueden parecer a priori.
El mundo del posicionamiento web es un mundo cambiante y complejo. El SEO es uno de los aspectos que más quebraderos de cabeza te va a dar en tu web. Principalmente porque no es una ciencia exacta y hay muchas variables que pueden hacer que tu página pegue un subidón o caiga al abismo. Además, nadie sabe con certeza qué funciona mejor. Es cuestión de ir probando y hacer las cosas lo mejor que puedas. ¡Qué consuelo!
Hoy vamos a ver tres métricas de SEO muy conocidas que debes ignorar en tu web. O por lo menos, echarles un vistazo desde un punto de vista diferente al que habitualmente harías.
El tráfico de tu web
La mayoría de gente entra en Google Analytics para ver la cantidad de tráfico diario que tienen. Y ya está. Seamos honestos: todos lo hemos hecho.
La cantidad de visitantes que llegan a tu web es una de las métricas con las que más nos gusta sacar pecho y compararnos con los demás. Sin embargo, no es más que un claro ejemplo de vanity metric.

Que una web tenga 10 veces el tráfico que tiene otra web no quiere decir que lo mismo pase con sus ingresos. Una web con mucho menos tráfico puede ser mucho más rentable que una web con millones de visitas.
Lo que tienes que preguntarte es si el tráfico que ha llegado a tu web ha servido para algo. ¿Han realizado alguna acción de las que tú quieres que hagan? ¿Te han comprado algún producto? ¿Te han dejado un comentario? ¿Se han suscrito a tu lista de correo? ¿Se han instalado tu plugin gratuito?
Si sólo entras a Google Analytics para ver los números relativos a los visitantes de tu web, estás perdiendo tu tiempo.

Quizás vas un paso más allá y no solo miras las métricas anteriores, sino que también las comparas con tu periodo anterior para ver la tendencia que estás siguiendo. Y entonces te puede pasar lo siguiente:

Tendencias negativas en tus métricas. Ahí es donde puede que entres en pánico e incluso te plantees dejarlo todo y abandonar el proyecto. ¡Error! Las tendencias pueden darte información parcial. Quién sabe, quizás haya una pandemia global y tu tráfico haya caído por ese motivo… ?
Lo que de verdad importa es que el tráfico que llega a tu web sea tráfico de calidad. Tráfico que no sea sólo un número, sino que te genere ganancias. Qué más da si hoy tienes unos cientos de visitantes menos que el mes pasado si estos hacen más compras.
No puedes únicamente tomar el tráfico de tu web como la métrica clave para establecer el progreso de tu proyecto en Internet. Olvídate del tráfico y pon el foco en tus objetivos finales.
El porcentaje de rebote
Otra métrica que suele traer por el camino de la amargura a los administradores de una web es el porcentaje de rebote. Esta métrica hace referencia al porcentaje de visitantes que abandonan tu web después de visitar una única página.

Si un visitante llega de forma orgánica a tu web para leer una entrada de tu blog, lee la entrada y luego se va, ahí tienes un rebote. Sin embargo, tu entrada ha sido leída de principio a fin. ¿Te das cuenta de que ese rebote te está amargando el día de forma innecesaria?
La cantidad de información que te da el porcentaje de rebote es muy discutible. Además, dependiendo del tipo de página que tengas, el porcentaje de rebote será muy variable. Para entradas del blog, puedes esperar rebotes por encima del 80%, mientras que para listados de productos el porcentaje será mucho menor.
Además, que alguien cause un rebote en tu web no quiere decir que no vaya a volver en algún momento. Los lectores de nuestro blog habitualmente visitan nuestras entradas después de su publicación y luego se marchan. Este rebote ocurre cada vez que publicamos una entrada, sin embargo seguimos teniendo tráfico habitual que nos visita cada vez que publicamos. ¿Está esto mal?
Si tu web está funcionando desde el punto de vista de generar ingresos, olvídate de si tiene un rebote más o menos alto. Acabarás demasiado confuso si te fijas sólo en el rebote. Y lo que es peor, muchas técnicas que encontrarás en Internet para hacer bajar el porcentaje de rebote no son más que ñapas para engañar a tu herramienta de analítica web. Pasa de eso y pon el foco donde toca.

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El número de conversiones
En la mayoría de herramientas de analítica web puedes definir cuándo ocurre una conversión. Es decir, cuándo uno de tus visitantes realiza una acción concreta que para ti es clave, como por ejemplo hacer una compra en tu tienda online.
Sin embargo, quedarnos sólo con el número de conversiones que ocurrieron en tu web en un periodo de tiempo concreto es erróneo. Ese número sólo está contando parte de la historia.
Si hoy 3 visitantes realizan una compra pero ayer compraron 6, ¿está mi web funcionando mucho peor hoy? ¡No tiene porqué! Si los productos que vendes hoy son más caros que los que vendiste ayer, o si la cantidad de productos en las compras de hoy es superior a las de ayer, el número de conversiones te está dando una imagen parcial del nivel de funcionamiento de tu web.

Además, conversiones pueden ser muchas cosas diferentes, desde hacer clic en un enlace o rellenar un formulario. ¿Algo de esto está haciendo que se generen ingresos en tu web? Puedes tener muchas conversiones de estas pero luego no obtener ni un solo euro de ellas.
Recuerda este mantra: si no termina en ganancias, entonces no debería ser tu métrica más importante.
Y entonces, ¿qué mido?
Muy sencillo: si hay algo que debes controlar en tu web es el ratio de conversión. Es decir, el porcentaje de visitantes que acaban realizando la acción que tú quieres que hagan.
Si tienes una tienda, deberías saber qué porcentaje de los visitantes acaban realizando una compra. O si el objetivo de tu web es que se visite una página en concreto, qué porcentaje de tu tráfico acaba visitando esa página. O qué porcentaje rellena y envía un formulario. O incluso con mucho más nivel de precisión, qué porcentaje de tu tráfico hace clic en un enlace o un botón concreto.
Tener controlados tus ratios de conversión relevantes y ver cómo cambian a través del tiempo y de los cambios que hagas es la clave. Porque cualquier cambio que hagas en tu web puede afectarlos, por esto es importante que todo cambio que apliques lo pruebes antes para ver cómo funciona.
Si te olvidas de las vanity metrics y te centras en optimizar tus ratios de conversión, conseguirás mejorar los objetivos de tu web.
Imagen destacada de William Iven en Unsplash.
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